30/11/09

Muchos son los talentos

Mala Rodríguez, La niña

Esta es la historia de una niña que vivía
en el barrio de La Paz.
De ella se decía que quería vende’ droga
como su papá.
Por ella nadie apostaba,
su futuro se nublaba
y no había hecho más que empezar.
¿Quién no quiere dinero,
dime, quién no quiere dinero
pa’ gastarlo en la ciudad?
Quería pan, quería joyas,
no valoras na’ si no lloras.
Lo mejor de no tener na’
es tener que trabajar y sudar
por apartar la miseria a un la’o.
Conseguir respeto
a base de coraje y cojones.
Ella lo tenía, ella lo sabía,
ella se lo merecía;
valía pa’ eso y pa’ ma’.
Tenía to’ lo que quería,
vestía la ropa con la que tú sólo puedes soñar.
Muchos son los talentos
que se pierden en la ma’.
Pero cuando tú sólo sirves pa’ trafica’,
es lo que pasa,
te llaman, te llaman,
tu teléfono no deja de sona’,
te llaman, te llaman,
tu teléfono no deja de sona’.
Esta es la historia de una niña que vivía
en el barrio de La Paz.
De ella se decía que quería vende’ droga
como su papá.
Por ella nadie apostaba
su futuro se nublaba
y no había hecho más que empezar.
¿Quién no quiere dinero,
dime, quién no quiere dinero
pa’ gastarlo en la ciudad?
A las nueve estaba allí,
y era respeto lo que faltaba.
Sí, cuida’o volaron las balas.
¿Tan difícil es levantarse por la mañana?
Por ser mujer llevaba pistola,
ya sabes, pa’ no sentirse sola;
a nadie le gusta que le jodan, siempre.
Tú tienes que pensar dos veces
quién se come la mierda cuando aparece.
Si sales de allí es porque tienes suerte.
Pa’ otra vez tendré más cuida’o,
mamá, iré con gente.
Tenía to’ lo que quería,
vestía la ropa con la que tú sólo puedes soñar.


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