ēgm. (Sófocles, Antígona, vv. 332-375)
De cuantas cosas pasmosas existen
ninguna más asombrosa que el hombre,
que atravesando el encrespado mar
empujado por vientos tempestuosos
sobre las rugientes olas avanza
y a la más poderosa entre las fuerzas,
la inagotable e infatigable tierra,
la cultiva y remueve sin descanso
año tras año arándola con bestias.
El habilidoso hombre da caza
engañándolos con trampas y redes
a las especies de los raudos pájaros,
las manadas de las fieras salvajes
y a los muy diversos seres marinos
y, astuto, doma al animal del campo
que vive en libertad y unce al yugo
la cerviz del caballo de amplias crines
y la del bravo toro montaraz.
Él aprendió por sí mismo el lenguaje,
el veloz pensamiento y las maneras
civilizadas de comportamiento
y, dueño de recursos, alcanzó
a esquivar bajo los cielos el dardo
del hosco hielo y la inclemente lluvia;
sólo a la muerte no logra escapar,
pero ha ideado medios de eludir
enfermedades antes incurables.
Posee el hombre un ingenio mayor
que cuantos seres el aire respiran
y astucia que le da conocimientos
que usa para el bien o para el mal;
si es justo, obtenga reconocimiento,
si no, sea desterrado por siempre.
Quien desprecie la ley e injustamente
actúe, que no se siente a mi mesa
ni escuche siquiera mis opiniones!
___
Santa Rosa, Barcelona. Diciembre 2009. m: 11×9
Siguiendo el rastro en: Sófocles, Tragedias (trad. A. Alamillo), Gredos 1982. Sófocles, Tragedias completas (trad. J. Vara), Cátedra 1985. Sófocles, Áyax. Antígona, Edipo rey (trad. C.Miralles), Salvat/Alianza 1969
êImágenes: Graffitis en Barcelona, Paral·lel y Sant Pere Mes Baix, 18/6/05
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